Curso de Zago y Murata sensei en Vitoria

Foto de familia del curso. Por el centro la delegación Navarra

Han pasado ya un par de semanas y al final había dejado el blog un poco de lado, pero no por eso hemos estado inactivos por aquí. Todo lo contrario. De hecho espero poder subir más material a partir de ahora.

La última expedición que hemos hecho los navarros ha sido a Vitoria el fin de semana del 13 al 15 de Junio por la visita de Zago sensei y Murata sensei, ambos 7mo dan de kendo. Esta vez, aparte de servidor, estuvimos también Diego, Patricio y Karlos, que se ha estrenado en su primer curso.
Las visitas de Zago sensei a Vitoria ya se han vuelto una parada obligada en el kendo-tour para nosotros, tanto para disfrutar de la limpieza de su kendo como de sus enseñanzas, en las que siempre incide sobre la técnica base. Lo cual nos viene genial, porque hay muchos detalles que damos por sentado y al final sin querer acabamos desarrollando vicios que acaban ralentizando nuestros progresos.

La temática principal de este curso ha sido la estabilidad en la parte inferior del cuerpo. Para ello empezamos trabajando muchos ejercicios de desplazamientos y después de haber asentado algunos puntos básicos para mantener una postura correcta, pasamos a intentar mantenerlo trabajando ya con el shinai. Con lo que hemos hecho ya tengo material para las clases durante una temporada. >:D

La novedad de este curso es que a la tarde tuvimos una clase teórica. Habéis oído bien: clase teórica de kendo. Con pizarra y tomando apuntes. Aquí Murata sensei, con la ayuda de Zago sensei por momentos, nos hablaban sobre los diferentes estados mentales por los que pasa un kenshi durante un combate y sobre el concepto de "sen no sen", "sen sen no sen" y "go no sen", que la verdad me parece que aún me falta mucho para llegar a comprender del todo lo que se ha contado allí. Pero como comentaba George McCall en una de las últimas entradas de su blog a partir de una cita a Sato sensei, primero hay que entrenar la técnica, pulirla y luego la teoría vendrá sola.

En definitiva, aparte de la enseñanza de los maestros, siempre es un placer poder cruzarse con otros kendokas de Vitoria, Bilbao, San Sebastián, Madrid y los de la Universidad de Valencia, que este año se animaron a atravesarse la península para estar aquí. Y creo que mis compañeros pueden dar fe de lo que vale la pena salir del dojo de vez en cuando y conocer mundo. ¡El año que viene más y mejor!